Así pues, a la hora de comprar un ordenador se plantea la disyuntiva sobre qué sistema operativo elegir, y no siempre es fácil de resolver como veremos. Lo importante es tener clara cuáles son nuestras prioridades y también qué presupuesto tenemos.
SEGURIDAD, MEJOR APPLE
Apple, tradicionalmente ha sido menos susceptible de ataques que los equipos de Microsoft basados en Windows. Mac OS X está basado en Linux, una plataforma con una gestión de permisos mucho más rígida que en Windows, y además Apple ha controlado mucho más el acceso a programas sin dejar, en general, que se instalen programas que no estén en la Apple Store.
El malware tan común en Windows empieza a tener como diana a equipos Mac OS, pero en una magnitud menor que en el caso de Windows.
INTEGRACIÓN CON EL SMARTPHONE
Apple tiene en su ecosistema Mac OS + iOS un argumento a su favor, al menos sobre el papel. Para beneficiarse de la sinergia entre Mac OS e iOS es preciso usar de un modo habitual los servicios de iCloud tales como iPhoto o la sincronización de aplicaciones entre el equipo Mac OS X y el smartphone (o tableta).
RENDIMIENTO, DEPENDE
Este apartado es complicado de evaluar. En general los equipos Mac son rápidos y se comportan de un modo ágil, aunque hay que tener en cuenta que estamos hablando de equipos con un hardware dimensionado para mover bien Mac OS.
Generalmente, salvo configuraciones muy básicas y puntuales, partimos de 8 GB de memoria RAM y discos SSD para el sistema. Sólo con estos elementos ya tenemos una base sólida para el rendimiento.
En Windows, podemos tener incluso 4 GB de RAM o menos, así como discos duros convencionales. Es más, los equipos Apple con Mac OS X sobre configuraciones con discos convencionales suelen ser extremadamente lentos, mejorando notablemente si se cambia por unidades SSD de estado sólido. Pero como decíamos, Apple solo mantiene discos magnéticos no SSD en gamas como Mac mini.
Para configuraciones de hardware equivalentes, tanto Windows como Mac OS X funcionan de un modo ágil, estable y con un potencial multi tarea excepcional.
CONCLUSIONES
Tanto Mac OS como Windows son opciones inteligentes para cualquier usuario que necesite un equipo portátil, All In One o sobremesa. En campos como el gaming, Windows es la opción lógica, mientras que si se busca la mayor versatilidad, Apple permite usar tanto Mac OS como Windows en sus equipos, aunque sea de un modo un tanto artesanal conseguirlo. Pero sigue siendo una posibilidad oficialmente contemplada por Apple.
Cuando hablamos de Windows, ten en cuenta que nos referimos a Windows 10. Windows 8.1, o las versiones anteriores realmente no son competencia para Windows 10, muy optimizado y tuneado para aprovechar al máximo las posibilidades del hardware.
En cuestión de precios, los equipos de gama alta para el sistema Windows son casi tan caros como los equipos de Apple, pero en Windows tenemos muchas más gamas donde elegir que en el universo Apple, donde partimos de precios base muy elevados.
El soporte, teóricamente es mejor en Apple, pero en última instancia y en la práctica, cada fabricante ofrece sus servicios de soporte en Windows, con empresas muy serias y eficientes dando soporte a sus usuarios y clientes. Es más, Apple suele ser muy radical en lo que a soporte se refiere desahuciando a algunos clientes con equipos "vintage" como llaman en la propia Apple a equipos con algunos años de antigüedad en los que ya no es posible ni tan siquiera instalar la última versión de Mac OS X.
En cualquier caso, son dos plataformas excelentes para ocio y productividad.
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